MONOPOLIO EN EL MEDICAMENTO
Desde su nacimiento como ser racional, el hombre ha procurado calmar sus dolores, curar sus enfermedades, mejorar su salud, y también su calidad de vida. Puede decirse entonces que aún cuando en occidente los registros sobre la existencia de medicamentos sean apenas del año 2.600 Antes de Cristo y en oriente (concretamente en China) del 2.500 AC, hombre y medicamento se conocen y conviven desde que el ser humano sintió dolor.
No es mi intención contar qué pócima tomaba el homo sapiens para el dolor de cabeza. Lo que pretendo es recordar que está probado que el hombre consume medicamentos desde hace 4.000 años por lo menos. Luego, y para que quede en claro entonces, nadie puede decir que en materia de medicamentos los hombres no tuvimos tiempo de organizarnos.
En nuestro país, aunque parezca mentira, todavía estamos en veremos.
Nosotros los argentinos, es bueno recordarlo aunque en estos tiempos politizados y de escases de valores y adoración por lo material pueda sonar peyorativo, durante buena parte del siglo pasado acumulamos merecidos antecedentes como eficientes sanitaristas y notables hacedores en salud pública, a tal punto que fuimos referentes para muchos países del mundo.
Además de importantes aportes hechos a la humanidad por algunos científicos argentinos como el descubrimiento del compuesto de la uridina-difosfato-glucosa o UDPG recordando que la mitad del UDPG es la uridinafosforilada, uno de los ladrillos conocidos como nucleóticos con los que los organismos vivos construyen el ácido ribonucleico necesario para los mecanismos de transferencia genética que en 1970 le valió el Premio Nobel de Bioquímica al doctor Luis Federico Leloir, si de algo también debemos enorgullecernos los
argentinos es por haberle dado identidad social-universal a los medicamentos.
En el mundo entero se creía que el medicamento era solamente un compuesto para aliviar dolores o tratar enfermedades, hasta que un médico santiagueño, el doctor Ramón Carrillo (primer ministro de Salud Pública de nuestro país) para preservarlo de algunas peligrosas garras comerciales y posibilitar que siempre estuviera al alcance de la gente dijo lo que dijo definiéndolo con sabiduría: - El medicamento es un bien social, no una mercancía.
Después que aquel ministro definiera filosóficamente qué cosa era un medicamento para nosotros los argentinos dejando en claro, de paso, qué sociedad estábamos construyendo y qué país queríamos para vivir, años más tarde otro gran sanitarista y también ministro de Salud Pública de la Nación, el médico salteño Arturo Oñativia, representando a otro partido político y a otro pensamiento (Carrillo fue ministro de Perón y Oñativia de Illia) no sólo respetó el concepto de su antecesor sino que junto al Presidente Illia en dura batalla defendió esa posición de las garras de la rapiña internacional organizada, hasta que el 28 de junio de 1966 esas poderosas corporaciones derrocaron aquel gobierno constitucional valiéndose de un puñado de civiles ambiciosos y golpistas y una horda de militares que soñaba con conseguir el bronce aunque fuera por la fuerza.
Esos antecedentes sanitarios que forman apenas un botón de muestra de lo mucho y bueno que hicimos los argentinos en esta parte del mundo en materia de salud pública, deberían haber sido nuestra vara para medirnos y continuar siendo - también en materia de organización - para que el medicamento esté donde tiene que estar en manos de quien corresponde que los entregue y llegue a la gente como tiene que llegar. Pero no lo hicimos. Por el contrario. Pareciera que todo lo bien que hicimos lo hicimos mal, y todo lo mal que hicimos lo hicimos bien. Como se dice, lo urgente no nos dejó ver más lo importante. O no lo vimos. O no queríamos verlo. O alguien nos tapó los ojos para no ver. O alguien nos pagó para no decir nada. Esto que sucedió hace ya algunos años y que llevó a desprestigiarnos, todavía sucede.
Pero como el futuro no se anda con chiquitas porque, justamente, es el futuro, ahora que ha llegado a nuestras vidas y a nuestra profesión golpeando las puertas y los mostradores, dejará expuesta y también a prueba nuestra concepción sobre la autocrítica farmacéutica, porque una cosa es que una persona pueda adquirir en cualquier farmacia algo para el dolor de cabeza, y otra cosa muy distinta es que tome sólo su medicamento personalizado para su dolor de cabeza. Este hecho, esta nueva dispensa que está llegando, otorga un poder tan grande que va más allá del acto de dispensar.
Los notables avances de la ciencia en materia de medicamentos, han logrado que la secuenciación del genoma de cada paciente permita el diseño de tratamientos personalizados (Integración de la Biología Molecular en la práctica clínica) lo cual nos lleva a la medicina personalizada.
En criollo básico, esto quiere decir que la secuenciación del genoma en la práctica clínica permitirá la adecuada prevención, diagnóstico, y tratamiento de las enfermedades, facilitando, por cierto, una medicina personalizada. Estoy hablando de farmacogenética, que puede prevenir, diagnosticar, y tratar enfermedades como el cáncer de mama y el Alzheimer facilitando herramientas concretas que permitan identificar las bases genéticas y por lo tanto determinar diagnósticos más eficientes, más tempranos y específicos.
Para la prestigiosa bióloga catalana Sandra Torrades: “En el contexto de la descodificación del genoma humano, la farmacogenética y la farmacogenómica constituyen dos disciplinas emergentes que integran la farmacología y la genética molecular. De éstas surgirá una nueva generación de fármacos, más eficaces y seguros, basados en las peculiaridades genéticas de los individuos, ya que diferentes pacientes con los mismos síntomas no responden de forma idéntica a los mismos medicamentos.
Los alimentos que ingerimos y las condiciones de trabajo y de vivienda son algunos de los elementos que pueden afectar de distinta manera la respuesta ante un fármaco. Más allá de estos condicionantes ambientales, uno de los factores determinantes ante la efectividad y toxicidad de un fármaco son los genes. En el núcleo de todas las células se encuentra el ácido desoxirribonucleico, conocido como ADN. En el futuro, los fármacos estarán basados en el conocimiento de las estructuras y funciones proteicas, lo que mejorará los resultados y el coste de desarrollo de éstos, proporcionando fármacos más eficaces y seguros”.
Esto quiere decir que si hasta hoy las cadenas que dispensan medicamentos desde el formato y la concepción de supermercado provocaron un avasallamiento y un exterminio de la farmacia sanitaria y el servicio que la misma viene ofreciendo al paciente desde hace tantos años, de ahora en adelante el verdadero peligro no es la góndola sino el monopolio, ya que, con el advenimiento de los medicamentos personalizados, quien maneje más cadenas manejará más vidas.
Hilando más o menos fino, esto quiere decir que en el fondo y ante su evidente fracaso, el Estado pretende privatizar o tercerizar su responsabilidad sobre su obligación de cumplir con el servicio de salud a los ciudadanos.
La Ley 25.156 que promueve y protege la competencia, es una ley antimonopolio. Pero como se sabe que hecha la ley hecha la trampa, resulta más que interesante saber qué ocurre en otros países, sobre todo del Mercosur, donde ya están asentadas las grandes cadenas como se pretende hacer aquí.
Sobre este particular, el contador Carlos Sandoval, de la Federación Farmacéutica Argentina (Fefara), en su momento realizó una prolija investigación y un sensible monitoreo en distintos países del mundo al cual hemos recurrido como fuente de consulta y respaldo bibliográfico.
EN CHILE
Hasta los años ´90, Chile tenía un sistema farmacéutico similar al español, (con regulación de distancias, horarios, precio de medicamentos y comercialización), y ahora hay libertad para que cualquier persona sea dueña de una farmacia con libertad de horarios y precios. Tras esa liberalización, rápidamente aparecieron las primeras cadenas y con su gran poder de compra iniciaron una fuerte competencia ofreciendo jugosos descuentos en detrimento de farmacias individuales que para subsistir se vieron forzadas a convertirse en bazares. Entonces la vida media de una farmacia pasó a ser de entre 4 a5 años en lugar de la vida laboral del farmacéutico, como ocurría antes. En el país trasandino, tres cadenas se reparten casi el 90% del sector y sólo se instalan en lugares de gran actividad comercial o de gran poder adquisitivo, quedando muchas zonas desabastecidas. Como es fácil de imaginar, esas tres cadenas se disputan el mercado realizando campañas publicitarias y de marketing para obtener el mayor rendimiento económico. En consecuencia, el medicamento en Chile ha pasado a ser un artículo de consumo tal como aquí en nuestro país nos advirtió Ramón Carrillo que no debía suceder. Una de las primeras consecuencias que se advierten con el uso inadecuado de propagandas y ofertas, es que de manera directa inducen a la población a la automedicación y a un mayor consumo, lo que implica, además, riesgos de intoxicaciones, sus consiguientes internaciones, y mayor gasto público.
EN PERU Desde el comienzo de este nuevo siglo, en el Perú, las tres cadenas farmacéuticas existentes poseen el 81,8% de las ventas de medicamentos.Intercorp, Quicorp, y Arcángel, son los tres grandes grupos que dominan el mercado de medicinas con prescripción, y en conjunto suman 1.816 tiendas. El agresivo proceso de expansión de estas grandes cadenas farmacéuticas, les asegura un amplio dominio del mercado que ellas se esfuerzan en consolidar abriendo más locales. La líder del mercado, Inkafarma (del grupo Intercorp) cerró un tercer trimestre con 636 tiendas (56 más que en diciembre pasado) y ha anunciado que abrirá otras 100 el próximo año, con lo cual se acercará a su principal competidor, el grupoQuicorp. Este grupo - que posee 800 locales en total (conseguidos por comprar los de su competencia) - maneja ahora tres cadenas: Mifarma, BTL, y Fasa. El tercer gran jugador del mercado peruano es Arcángel, quien mientras compite y lucha por ver quién tiene más locales (los suyos son 380), ha diferenciado su oferta construyendo una red de salud de 110 medi-centros y 5 policlínicos. Pero no es lo que parece. Lo hecho es por una ambición comercial y no por una razón sanitaria. Según la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (Alafarpe), el mercado retail concentra el 81,8% de las ventas de medicamentos con prescripción. Para los expertos, esta concentración preocupa porque varias de estas cadenas venden medicamentos genéricos producidos bajo su propia marca. Produciendo y vendiendo sus propios fármacos, las cadenas tienen la potestad de decidir qué, cómo y cuánto vender. Por eso ahora, aunque no lo digan en voz alta, esta práctica fastidia a los laboratorios. “Los clientes van a terminar incomodándose con los cambios de recetas y por no encontrar lo que buscan”, sostuvo una alta ejecutiva. Sin embargo y a pesar de esta realidad, en el Perú existe una regulación que podría evitar el abuso de la posición dominante, pero nadie la respeta. La ambición comercial ha desplazado al concepto sanitario. |
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EN MÉXICO
En México, desde los años ´90, dos grandes cadenas: Guadalajara yBenavides, luchan todos los días por una porción del mercado, y esa lucha a veces es despiadada. La cadena Guadalajara, que está por sobre la Benavides, el año pasado (2016) abrió una sucursal cada dos días, extendiendo su presencia a 352 ciudades en 26 estados del país. De tal manera, la Guadalajara (Fragua, por su clave de cotización) llegó a 1.685 puntos de venta, 177 unidades más contra las 1.508 del año pasado. Las razones del crecimiento de Fragua van desde sistemas, tecnología e innovación hasta estrategias de eficiencia y su experiencia, aunque la empresa también resalta inversiones y esfuerzos de mejora en su logística, distribución flotilla y diseño de sucursales. |
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Por su parte, Benavides reconoce que existe un desafío en el mercado de la salud, el cual la impulsa a evolucionar. De enero a diciembre de 2016, la empresa propiedad de la estadounidenseWalgreensBoots Alliance abrió 100 farmacias y aun así considera el panorama económico como complicado para este 2017 que termina. En la actualidad, opera 1.145 farmacias en 203 ciudades y 24 estados en la región norte y occidente de México. Guadalajara es tres veces más grande en ventas en comparación conBenavides. Vendió casi 40.500 millones de pesos mexicanos el año pasado (más de 2.000 millones de dólares norteamericanos) mientras que Benavides tuvo ingresos por 13. 400 millones de la moneda Azteca. La tasa de crecimiento de Fragua también fue superior casi tres veces a la de su competidor. En 2016, Fragua tuvo un repunte de 13.3% en sus ingresos, mientras que Benavides creció 5.1% en el año. En ganancias la diferencia es importante ya que Farmacias Guadalajara logró una utilidad neta de 1.102 millones de pesos mexicanos en 2016 (un crecimiento de 13.25% en comparación con los 973 millones del año anterior), mientras que Benavides tuvo una pérdida neta de 47 millones de pesos. Aunque las acciones de ambos, Fragua y Benavides, no tienen alta bursatilidad, es decir que no se compran o venden con alta frecuencia, su valor creció en el último año.
EN AMERICA LATINA |
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Con más de dos mil farmacias, FEMSA (propietaria de Coca Cola Femsa en México y accionista de Heineken) es la principal cadenera de la región.
Según un informe elaborado el 2 de agosto de 2017, FEMSA supera a Walmart, Farmacia Guadalajara, y a WalgreensBoots Alliance en cantidad de locales abiertos en toda Latinoamérica.
Su marca más popular es Yza.
Con tan sólo cuatro años de haber incursionado en el sector, la llamada División de Salud de FEMSA, se ha convertido en el principal operador de farmacias en América Latina. Su División Salud opera 2.136 farmacias en América Latina, mientras que Walmart cuenta con 1.907, Farmacia Guadalajara con 1.724, WalgreensBoots Alliance (WBA) con 1.556 y Farmacias del Ahorro con 1.483 locales.
Pese a este crecimiento, su flujo de efectivo (Ebitda) se redujo en 0.9 por ciento, mientras que sus ingresos crecieron 6.3 por ciento durante el segundo trimestre del año. Además de las cadenas anteriormente mencionadas, FEMSA compite con RaiaDrogasil, SP Sao Paulo, Pacheco, Brasil Pharma y Pague Menos.
De acuerdo con información de la propia empresa, la División mantiene la “aspiración de consolidar la industria fragmentada (en México) siguiendo el plan de Oxxo”, que mantiene una participación del mercado del tres por ciento. Además prevé mantener una tasa esperada de crecimiento orgánico en ventas del diez por ciento para sus operaciones en México, mientras que la experiencia operativa y logística de Oxxo le facilitará la expansión.
Esa misma información agrega que en Sudamérica la experiencia operativa le servirá para impulsar la rentabilidad, mientras que la región le presenta oportunidades para mayor crecimiento internacional a través de distintos formatos.
Al cierre del mes de junio pasado, la División Salud de FEMSA resaltó que en el transcurso de la implementación e integración de una sola plataforma operativa en México, experimentaron mayores gastos. No obstante: “Continuamos construyendo nuestras capacidades de distribución, así como un aumento en los servicios en tiendas tales como consultorios médicos y entrega a domicilio. En Chile continuamos realizando mejoras a la estructura de compensación de nuestro personal en tienda”, agregó.
FEMSA incursionó en el sector farmacias en el año 2013 cuando anunció la compra del 75 por ciento de Farmacias Yza. Un año después hizo público el acuerdo de compra de Farmacias Farmacón, ambas con operaciones en México. En agosto del 2015 acordó adquirir una participación mayoritaria en el Grupo Socofar que opera en Chile Farmacias Cruz Verde y las tiendas de belleza Maicao y Farmasanitas en Colombia.
Oxxo, para que se sepa, se ha convertido en el retailer de alimentos y bebidas más exitoso de México. Desde la apertura de su primera tienda en 1978, ha tenido un crecimiento vertiginoso que le llevó a ser la cadena de “tiendas de conveniencia” más grande del país y de América con poco más de 11.850 unidades en operación.
Detrás de este dominio hay una estrategia finamente ejecutada por su controlador, Femsa, que también es propietaria de Coca-Cola Femsa y accionista de Heineken.
Al abrir más de mil tiendas por año (promedio), la cadena inaugura un Oxxo cada 8 horas en promedio y atiende cerca de 9 millones de clientes por día.
Su despliegue territorial ha sido tal que tiene siete veces más tiendas que su competidor más cercano, 7Eleven, que opera 1.699 unidades en México. En productividad (ventas por metro cuadrado), Oxxo se encuentra en el tercer lugar después de Walmart y Chedraui.
Al primer trimestre de 2014 tuvo ventas de 10.278 pesos por metro cuadrado, 1.7 por ciento más respecto al mismo periodo del año pasado y por arriba del crecimiento de 0.4 por ciento que tuvo Comercial Mexicana o de la caída de 5.5 por ciento de Chedraui.
También superó a Walmart y Soriana, cuyo indicador cayó 6.6 y 8.3 por ciento, respectivamente, según cálculos de Ana Hernández, analista de Invex.
¿Cuál es la fórmula de su éxito? : Los especialistas dan algunas pistas:
1°) Oxxo no es franquicia. La mayor parte de sus tiendas son operadas bajo un contrato de comisión y algunas otras con empleados directos, con el propósito de tener control absoluto sobre los productos y servicios. Por lo mismo, no es posible comprar una tienda Oxxo, pero sí manejarla como líder de tienda (coordinador) y asociado de ventas (maneja físicamente la mercancía para que esté en óptimas condiciones y eventualmente opera la caja registradora).
2°) Tiene una división inmobiliaria. Oxxo inmuebles es una división inmobiliaria del grupo que se encarga de identificar las ubicaciones ideales y así definir su estrategia de expansión, según la densidad poblacional de cada zona, dijo Marisol Huerta, analista de Consumo de Banorte-Ixe. Con sus 11.856 tiendas, Oxxo ha logrado una alta penetración en estados del norte del país como Nuevo León, donde tiene una tienda por cada 4.700 personas y una unidad por cada14.000 habitantes en el centro.
3°) Alquila, no compra. La mayoría de sus ubicaciones son alquiladas. “En lugar de invertir en locales propios, Oxxo prefiere destinar el dinero en rentar un mayor número ubicaciones, así comienza a generar flujos sin una inversión tan elevada”, dijo un empresario relacionado con el modelo de negocio.
4°) Logística. Con 16 centros de distribución en México, Oxxo tiene la posibilidad de brindar a los proveedores con capacidad logística limitada la entrega del producto en sus centros de distribución y la cadena los lleva a sus tiendas. Esto le permite tener una amplia variedad de productos.
5°) Servicios adicionales. Siendo corresponsal bancario, en Oxxo es posible hacer pagos a tarjetas de crédito, servicios, y hacer recargas telefónicas. Eso hace que se incremente el número de transacciones en las tiendas, según Alejandra Marcos, analista de Intercam Casa de Bolsa.
6°) Desarrollo de productos preparados. El desempeño de Oxxo también refleja el crecimiento en los alimentos preparados con las marcas Andatti y Delixia, así como Bitz, incluyendo el lanzamiento de O’Sabor y de las tarjetas de débito “Saldazo” vinculados a las cuentas de ahorro de Banamex. Además, Oxxo satisface necesidades a través de productos de farmacia.
EN URUGUAY |
El gobierno de Tabaré Vázquez derogó las limitaciones impuestas a cadenasde farmacias dejando sin efecto un decreto de su antecesor, José Mujica, que limitaba a 15 el número de locales que una cadenera podía abrir‚ y que generó un juicio de la firma Farmashop.
Ahora‚ una cadena podrá tener hasta el 10 por ciento del padrón total de mostradores del país. Además‚ se eliminará el límite de distancia entre farmacias y se abrirá la venta a través de Internet.
A fines del 2013, el entonces presidente de Uruguay, José Mujica, firmó un decreto que limitó la expansión de las cadenas de farmacias. Entre otras cuestiones, se fijo en 15 el número de locales que una empresa o una persona podían tener. Esto desató una “guerra” con Farmashop, la principal cadenera que opera en el país, con más de 90 sucursales. El presidente Tabaré Vázquez derogó ese decreto y creó un nuevo marco legal. Según informó el diario El Observador, el decreto firmado por Tabaré Vázquez señala que "se entiende necesario establecer un nuevo marco jurídico que contemple con acentuado rigor" el ejercicio de la actividad farmacéutica "evitando el ejercicio de posiciones que puedan alterar alguna de las variables que rigen el acceso a los medicamentos".
Vázquez dejó sin efecto la disposición de Mujica que prohibía a una persona física, jurídica o grupo económica ser titular "de más de 15 farmacias”. El nuevo decreto establece un tope pero usa otro parámetro, dado que un mismo dueño no podrá tener "más del 10 por ciento de los locales habilitados en el país”. Según fuentes privadas del sector, en Uruguay hay en el torno de mil farmacias, y si se toma en cuenta el 10 por ciento de ese total, arroja prácticamente el número de locales que tiene Farmashop en todo el país que son 92.
EN ESTADOS UNIDOS
La fusión de la cadenera norteamericana Walgreens y su par inglesa Alliance Boots dieron lugar a la red de farmacias más grande del mundo.
El negocio no sólo incluirá la venta minorista‚ sino que suma la distribución a través de una firma de logística internacional. Por su peso‚ el nuevo actor podría imponer condiciones de venta a los grandes laboratorios.
“Nació la farmacia de la Tierra”, dijo Forbes, la revista especializada en negocios, calificando así el reciente acuerdo entre las grandes cadenas de farmaciasWalgreens y Alliance Boots.
Si bien todavía no tiene un nombre nuevo, el impacto del anuncio de la fusión sacudió el mercado local, ya que la cadena norteamericana no sólo es la mayor de su tipo y líder en la venta de productos farmacéuticos en los Estados Unidos (en el primer trimestre del año anterior al acuerdo facturó casi 800 millones de dólares) sino queAlliance Boots ya venía intentando llegar al mercado americano tratando de quedarse con parte del negocio de Casa Saba, la mayor cadenera Latinoamericana.
EN BRASIL
La cadena de farmacias más importante de Estados Unidos continúa aumentando su presencia en Brasil. En el 2013 la compañía de capitales norteamericanos adquirióDrogaria Onofre, la octava mayor cadena de farmacias de Brasil. Ahora, la empresa compró a Drogaría Sao Paolo y Pacheco.
Las nuevas adquisiciones de CVS se fusionaron en 2011, creando la empresa DPSP y tienen presencia en más de 80 municipios de Brasil.
De acuerdo a la información publicada en el diario Valor Económico, el gigante norteamericano ya había intentado en el pasado comprar estas redes de farmacia, sin éxito. Parece que la situación - o la oferta, mejor dicho - cambió y ahora los socios de las cadenas brasileras están dispuestos a vender su compañía por un valor que se estima en 6,5 mil millones de reales (u$s 2,2 mil millones).
A MODO DE CONCLUSIÓN
El anterior ha sido apenas un vuelo rasante por sobre la realidad de las grandes cadenas farmacéuticas que existen en esta parte del mundo. Cualquiera de ellas maneja un volumen de dinero superior al presupuesto de Salud con que cuentan muchos países pequeños, y cualquiera de estas cadenas está en condiciones de ingresar en el mercado argentino y adueñarse del mismo.
Ingresar en un país para ganar dinero reuniendo los requisitos exigidos y respetando las leyes vigentes no tiene nada de malo. Pero eso es para empresarios y comerciantes. La salud es otra cosa.
Si esas grandes cadenas todavía no jugaron fuerte, es porque esperan en silencio la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre la radicación o no de la cadena Farmacity en provincia de Buenos Aires que ya fuera rechazada por la Justicia de la provincia de Buenos Aires.
A esta altura de la realidad y con el futuro respirándonos en la nuca, el problema, el verdadero problema, ya no es el formato de supermercado que tienen las farmacias de las cadenas que estimulan el consumo, sino que el medicamento al que ellos consideran una mercancía y no un bien social también sea considerado como tal por la Justicia, nuestros legisladores y nuestros gobernantes.
Desde el concepto comercial que manejan y sostienen las cadenas porque les otorga una gran ganancia, tal como quedó explicado, el monopolio en la venta del medicamento y su consiguiente acopio son pasos hasta lógicos de esperar tal como sucede en cualquier hipermercado con su stock de mercadería. Por eso el problema ya no es la forma sino el fondo.
Aquí, en nuestro país, existen farmacias en las ciudades más grandes y en los pueblos más pequeños. En las grandes ciudades, en sus populosos barrios periféricos o marginales, la farmacia es el primer puesto sanitario al que concurre el individuo ante el primer síntoma de malestar. Y cuando todavía no siente malestar, concurre lo mismo porque consulta si es correcta la manera en que toma su medicamento, y ni que hablar de tomarse la tensión arterial. En los pueblos más pequeños, la farmacia no sólo es un puesto sanitario sino la única alternativa de sanación o alivio de dolencias o enfermedades. Las dimensiones y las interminables distancias que existen en nuestro país, desde el punto de vista sanitario se acortaron merced a la lucidez y al pensamiento de los grandes sanitaristas que tuvimos en nuestra historia, ya que ellos planificaron una correcta distribución de las farmacias y el asentamiento equitativo, lo cual conformó el famoso Modelo Argentino de farmacias, reconocido en muchos países porque además de un puesto sanitario también es una fuente de trabajo y progreso para los habitantes de zonas desfavorables.
Se dice que la cadena Farmacity quiere asentarse en provincia de Buenos Aires para luego ampliarse y después vender su cadena a cualquiera de los grandes jugadores del mercado internacional. Si es así, que así sea porque harán un buen negocio. La salud es otra cosa. Es necesario que aflore la dignidad para poder entenderlo y estar acorde a los tiempos.